¡A un año del encierro!

 

¡Quédate en casa! ¡Quédate en casa! 

Parece como si hubiera sido ayer que escuche esa frase, pero lo cierto es que ya ha transcurrido todo un año.

Hemos vivido de todo, desde crisis existenciales, cortes de cabello inimaginables hasta luchas imposibles para que los anteojos no se empañen cuando también usamos cubre bocas. 

Ha sido un año de locos y también una guerra para no volvernos locos. 

En algunos años estaremos contando nuestras vivencias de forma épica;  por ejemplo: que arriesgábamos la vida con tal de ir al supermercado o que hacíamos  como que no conocíamos a nuestra mamá para entrar de dos al súper.  

Pero bueno, es hora de ponernos serios... ha transcurrido un año de lavarnos y lavarnos las manos como maniacos, de usar cubre bocas, de volvernos expertos en Zoom; pero también nos ha tocado ver de todo un poco. 

Al principio parecía un escenario lejano, creíamos que jamos llegaría hasta donde estamos, pero en cuestión de meses todo cambio drásticamente, varios lugares pasaron a ser epicentro de la pandemia. Al ver los noticieros era alarmante escuchar sobre cinco mil, diez miel o quince mil fallecimientos, pero ahora eso es poco comparando las cifras actuales.

El miedo y el caos se apodero de nosotros; muchos supermercados se quedaron vacíos,  y encontrar artículos como el gel antibacterial o papel de baño era una odisea. 

Pero eso tampoco fue nada con lo que después vino... antes ni siquiera habíamos escuchado hablar sobre Guayaquil, pero hace un año noticieros, redes sociales y varios medios de comunicación comenzaron a hablar sobre él, y de las terribles escenas que se vivían en sus calles, y es que no solo se trataba de que cientos se hubieran contagiado, las situación se estaba volviendo tan critica que los cuerpos de los fallecidos se estaban acumulando en las calles y casas, ha pasado un año , pero recordar esto es tan difícil como cuando paso.

Una escena nuevamente triste y que nos recuerda las dificultades a las que nos hemos tenido que enfrentar, fue aquel video que se difundió hace un año, en donde varios cadáveres eran introducidos en un camión a las afueras de un hospital... Y hay multitud de escenas desgarradoras, podríamos recordar y recordar, pero nos llevaría demasiado tiempo. 

Hoy a pesar de que ha transcurrido un año y que ya existen varias vacunas y parte de la población ya está siendo vacunada, no es momento de bajar la guardia. 

Ya hemos soportado mucho desde la escases de papel, la escases de oxigeno medicinal, la saturación de hospitales...

Sí, todos estamos cansados, de tomar clases online, del home office, de no salir con nuestros amigos, otros han perdido sus empleos, hay quienes no ven a su familia desde hace meses, el personal de salud también está cansado y la situación los está rebasando. 

Sí, Sí, ya sabemos que Todos estamos cansados, agotados, todos queremos salir; pero este año al menos aprendimos que antes de preocuparnos por nosotros, debemos pensar en los demás, en que nuestras acciones los pueden dañar, hemos aprendido a ser más empáticos. 

Hoy debemos continuar cuidándonos; el cubre bocas es incómodo, las caretas también, pero es más incómodo estar en un hospital con dificultad para respirar, es más incómodo y doloroso ver a tus familiares enfermos y sufriendo. 

Piensa en ti, en tu mamá, en tu hermano,  en tus abuelos, en tus amigos... tal vez no cambiaras el mundo, pero si el protagonismo de tu propia historia. 

  


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